La empresa comandada por Cristóbal López que detenta la opción de compra de la autopartista Paraná Metal pidió una nueva prórroga —esta vez hasta el 15 de diciembre— para decidir si adquiere la planta instalada en Villa Constitución. No obstante, el acercamiento de potenciales clientes mutó la lógica incertidumbre que atraviesan los obreros en un cauto optimismo. “Seguimos mal, pero parece que vamos bien”, se esperanzaron los trabajadores.
“El presidente del directorio nos comunicó un nuevo pedido de prórroga por parte de los inversores hasta el 15 de diciembre, así que ahora aguardamos una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación para que no se modifique la situación salarial de los suspendidos, que perciben el 70 por ciento del sueldo”, explicó el secretario gremial de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) villense, Leandro Del Grecco.
En tanto, un pequeño incremento en la producción mensual (este mes se manufacturaron unas 200 toneladas más que el anterior) provocó la reducción en la cantidad de operarios suspendidos. “Esta semana trabajaron unos 450, más de la mitad de la plantilla total”, indicó Del Grecco.
Pese a que el panorama continúa siendo complicado, las esperanzas están apuntadas a la existencia de potenciales clientes que por estos días visitaron la planta de Paraná Metal, y que con algunos de los cuales ya se mantendrían negociaciones concretas para lograr futuros contratos de fabricación.
En efecto, las visitas de técnicos y directivos de ZF (cajas de cambio), Mercedes Benz y General Motors dispararon el optimismo. A ello se suman acercamientos producidos con las terminales de Fiat y Ford. “Sabemos que hay negociaciones con empresas de mecanizados de Brasil, que también estarían interesadas en negocios concretos. Son negociaciones, pero evidentemente la situación ha variado respecto a la que vivíamos hace un par de meses”, señaló el gremialista.
De la cantidad de gestiones que se están llevando adelante para lograr nuevos contratos, trascendió que una de las más firmes sería con General Motors, para la fabricación del block de motor de uno de los modelos que la automotriz produce en su planta de Alvear.
Casi un año
El conflicto de Paraná Metal se desencadenó en diciembre pasado, cuando la empresa se presentó en concurso de acreedores y paralizó la planta. Después de la llegada de un inversor que aún no decidió la compra de la empresa, se retomó la producción, pero sólo por un volumen de unas 1.100 toneladas mensuales, situación que provoca la existencia de cientos de operarios suspendidos.
Otro de los indicios que alientan la esperanza de los trabajadores fue la comunicación por parte de la empresa del programa de vacaciones para su personal, que en forma rotativa y con la planta funcionando se extenderá desde el 7 de diciembre hasta mediados de marzo de 2010.
Fuente: diario La Capital de Rosario
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario