21 abril 2010

Artístas Metalúrgicos: Fabián Villani, el universo en alambre

La fama de Fabián Villani y el asombro que causan sus esculturas de alambre crecen a la par que le llueven invitaciones para exponer en distintos puntos del país. La más importante será sin dudas la que realizará en el mes de octubre en el Hotel Hilton de Buenos Aires en el marco del Congreso Latinoamericano de Siderurgia organizador por el Instituto Latinoamericano del Fierro y el Acero. A la par expondrá en la ciudad de Brandsen en el doble festejo del aniversario de esa localidad y de una reconocida peña folclórica, con el auspicio de la UOM nacional.       

Si bien Villani tenía en su haber unas cuantas exposiciones regionales su fama se acrecentó luego de participar en la feria de artesanos organizada por la municipalidad de Cosquín con motivo de celebrarse el cincuentenario del Festival de Folclore de esa ciudad. Allí visitaron su muestra miles de personas y la prensa de todo el país se abocó a difundir su arte. Un ejemplo es el extenso reportaje que le realizó el diario La Opinión de Rafaela.

Nacido en Empalme el 30 de junio de 1968, este operario de Acindar reside desde hace años en el barrio San Lorenzo de nuestra ciudad. Allí, a fines de 2006, empezó a experimentar con alambre en pequeñas esculturas no mayores que la palma de una mano, motos y autos fueron sus primeras obras. Sin maestros ni guías, solitario precursor en este tipo de arte, se animó con la práctica a esculturas de mayor complejidad y tamaño.

Obras Monumentales

“Después empecé a hacer motos más grandes, autos, aviones, barcos, dinosaurios, floreros, todos estos no superaban lo doscientos puntos de soldadura por artesanía, hasta que un día me propuse hacer una obra que superaba los dos mil puntos de soldadura, y así fue que hice un caballo rampante de cuarto mil puntos, un toro de cuatro mil quinientos, un águila de cinco mil quinientos, una jirafa de cuatro mil, un barco de tres mil, un pez de dos mil, un hipocampo de cinco mil quinientos, dos peces de dos mil quinientos y por último otro barco de tres mil”, relató en el mencionado reportaje de La Opinión.

Actualmente cuenta con obras cuyos datos resumen claramente su carácter de únicas en su tipo. Entre las más destacadas se pueden citar:  San Jorge y el Dragón (más de 20 mil puntos de soldadura y 200 kg. de peso); Pegaso y la Quimera (31 mil puntos y 300 kg de alambres); un caballo casi de tamaño real (12 mil puntos y 150 kg.) y un Centauro (14 mil puntos y 150 kg). Esta última es la primera en la que se animó a recrear un rostro humano. Además se encuentra abocado a llevar al alambre los caballos y gauchos de Molina Campos, un desafío que su arte seguramente superará con creces.

No hay comentarios: