Pasado el conflicto que mantuvo a los trabajadores de Paraná Metal más de un mes en la ruta, Juan Actis, secretario adjunto del sindicato local de la UOM, hizo un balance de la situación enmarcada en la trayectoria de la autopartista que arrastra una crisis de varios años y que en este tiempo estuvo atravesada por una medida inédita en la historia de ese sindicato.
Durante un extenso diálogo con Diario EL SUR, haciendo un análisis de lo sucedido, Juan Actis entendió que: “sobre caliente es aún difícil dimensionarlo, pero creo que esto va a recobrar la magnitud que le corresponde cuando se vea en el tiempo lo que significó este conflicto. Primero por las características (con el corte de autopista) y segundo por el momento político que se vive. También por la realidad de Paraná Metal que vive desde hace años un proceso de desinversión”, dijo con relación al cambio de firma de Ford a Paraná Metal.
El histórico sindicalista villense mencionó este punto como uno de los factores clave para el análisis de la situación actual. “La fábrica tuvo durante años la dirección de empresarios irresponsables, que fueron los mismos que participaron en la reconversión de Acindar en la década del ’90, también un conflicto emblemático que duró dos meses”, recordó.
La participación del gobierno
La diferencia que se marcó en esta oportunidad, fue la política del gobierno actual. “En la reconversión de los ’90, los trabajadores eran números, no les importaba expulsar a la obreros”, a quienes se indemnizó y se obligó a probar suerte colocando un auto como remis o abriendo un kiosco en su casa. “Creo que la política actual del gobierno modificó esa situación, que se vio con la crisis internacional del 2008 donde se logró un acuerdo marco para que no haya despidos y poder paliar la situación con suspensiones rotativas pagas al 90 por ciento del sueldo, tanto en las fábricas como en los talleres”, mencionó.
Factores desencadenantes
En este contexto recordó que fue en el 2008 cuando Paraná Metal entró en convocatoria de acreedores. “Eso fue tremendo y comenzó la debacle para nosotros. Época en que ya el Estado estaba poniendo dinero con el Repro”, apuntó.
El histórico sindicalista villense mencionó este punto como uno de los factores clave para el análisis de la situación actual. “La fábrica tuvo durante años la dirección de empresarios irresponsables, que fueron los mismos que participaron en la reconversión de Acindar en la década del ’90, también un conflicto emblemático que duró dos meses”, recordó.
La participación del gobierno
La diferencia que se marcó en esta oportunidad, fue la política del gobierno actual. “En la reconversión de los ’90, los trabajadores eran números, no les importaba expulsar a la obreros”, a quienes se indemnizó y se obligó a probar suerte colocando un auto como remis o abriendo un kiosco en su casa. “Creo que la política actual del gobierno modificó esa situación, que se vio con la crisis internacional del 2008 donde se logró un acuerdo marco para que no haya despidos y poder paliar la situación con suspensiones rotativas pagas al 90 por ciento del sueldo, tanto en las fábricas como en los talleres”, mencionó.
Factores desencadenantes
En este contexto recordó que fue en el 2008 cuando Paraná Metal entró en convocatoria de acreedores. “Eso fue tremendo y comenzó la debacle para nosotros. Época en que ya el Estado estaba poniendo dinero con el Repro”, apuntó.
El sindicalista afirmó que, antes de la convocatoria de la autopartista, la planta sufría un proceso de falta total de inversión y mantenimiento, lo que fue enmendado con la incorporación de un gran número de personal. “Los anteriores dueños, en lugar de hacer inversiones para mejorar la calidad de producción optaron por tomar gente y no invertir en maquinaria y tecnología, así, le sacaron todo el jugo que pudieron a la fábrica y se fueron”, sintetizó.
Luego del corte
“Lo dije en diferentes actos, esto se va a medir con el tiempo, y también corre un poco por cuenta de cada uno, hoy algunos compañeros tienen desazón, otros lo ven con más profundidad y entienden que se logró la reapertura de la planta, el cubilete va a empezar a echar humo de nuevo, y ese se debe a la resistencia que ofrecieron los compañeros desde hace dos años atrás hasta la fecha”, opinó Actis, quien consideró que sin la conjunción de la resistencia de los trabajadores y el firme apoyo del gobierno nacional para preservar la fuente y los puestos de trabajo, “esta empresa no existiría más”.
“Ahora sigue otra etapa, la de salir a buscar producción”, dijo confirmando el apoyo y acompañamiento de la UOM en el proceso que se presenta por delante; tanto en la necesidad de gestionar nuevos clientes para la planta, como para la reinserción laborar de los trabajadores que luego de un año, queden desafectados de Paraná Metal.
“También la situación va a depender de la actitud de los compañeros, que si bien es valorable la resistencia para defender las fuentes de trabajo, ahora hay que tomar mayor conciencia para valorar lo que significa ese puesto de trabajo”, declaró.
Victoria o derrota
Ante la polaridad que presentó el conflicto, Actis sostuvo: “eso es depende como se mire. Si partís de la base de una fábrica cerrada, sin producción, como estaba ahora, a reabrir la planta con 370 compañeros a trabajar plenamente, y 600 con suspensiones rotativas por seis meses y garantizado un año; desde ese punto de vista es un triunfo. Si se piensa en 1.200 trabajadores trabajando, el análisis en más complicado”.
Fuente: Diario El Sur de Villa Constitución
A continuación incluímos el audio de una nota de la agencia Telam donde el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación, Dr. Norberto Ciaravino se refiere al acuerdo alcanzado.
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